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Salida desde Nájera.......... |
Tras
tres días mirando al cielo y viendo como la lluvia empapaba la tierra de los
caminos de Nájera, amanece el domingo con el cielo bastante despejado, por lo
menos no nos mojaremos, pienso, aunque mis pensamientos se van una y otra vez a
¿en qué estado habrían quedado los caminos tras tres días de lluvias?
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Con unos amigos |
Ya
en Nájera, mi compañero de la Media de Vitoria me da el dorsal que tan
amablemente ha ido a buscar a Santo Domingo, dejando el coche allí para la
vuelta a casa y bajando en el autobús de la organización, y juntos nos vamos a
calentar. Siento que mis piernas no están cansadas por los días de
entrenamiento y tengo muy buenas sensaciones, pienso que el objetivo de bajar
de 1.30h en una media de esta dureza es asequible, confiado me coloco en los
primeros puestos de la salida, me siento bien y estoy dispuesto a ir fuerte
desde el principio.
Pistoletazo
de salida y salgo fuerte por la primera
de las múltiples subidas que nos esperan, ansiosas por consumir nuestras
fuerzas, bajada muy rápida y ya en un terreno más llano me percato de que en el
grupo en el que voy, corre un poco más rápido de lo que en mi estrategia de
carrera me había planteado, y aunque me siento bien, decido ir dejándome
caer de ese grupo poco a poco, pero
siempre buscando esquivar al viento que se hace notar, buscando a alguien tras
el que parapetarme , vicio adquirido en
mis rutas en bici en las que siempre voy con compañeros más fuertes que yo.
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Pleno esfuerzo |
muy complicado mantener la velocidad que mi plan me demandaba y en
ese momento me adelantó un corredor de complexión muy fina que se movía en ese
terreno como pez en el agua y tonto de mi, decido seguirlo ya que mi Garmin me
marca que lleva la velocidad que yo quiero, piso donde el pisa, en busca de la
anhelada tierra firme, incluso nos salimos al sembrado adelantando corredores,
de vez en cuando arrastramos las zapatillas intentando soltar ese lastre que
merma nuestras fuerzas, no sé lo que duró, pero cuando acabó el barro, mis fuerzas
habían quedado enterradas en él y encima tenia ante mí la cuesta de un km de
dura subida, aprieto los dientes y comienzo
a subir sabiendo que el objetivo de 1.30h es ya una quimera, puesto que mis
buenas sensaciones han desaparecido, ya no podía llevar el ritmo que quería. y en
ese momento me adelantó un corredor de complexión muy fina que se movía en ese
terreno como pez en el agua y tonto de mi, decido seguirlo ya que mi Garmin me
marca que lleva la velocidad que yo quiero, piso donde el pisa, en busca de la
anhelada tierra firme, incluso nos salimos al sembrado adelantando corredores,
de vez en cuando arrastramos las zapatillas intentando soltar ese lastre que
merma nuestras fuerzas, no sé lo que duró, pero cuando acabó el barro, mis fuerzas
habían quedado enterradas en él y encima tenia ante mí la cuesta de un km de
dura subida, aprieto los dientes y comienzo
a subir sabiendo que el objetivo de 1.30h es ya una quimera, puesto que mis
buenas sensaciones han desaparecido, ya no podía llevar el ritmo que quería. Y así van transcurriendo los km de una manera
razonablemente cómoda y al ritmo que me he fijado, hasta aproximadamente la
mitad de la carrera donde nos encontramos con el temido barrizal, la tracción
se hace difícil, el barro se nos acumula en nuestras zapatillas convirtiéndolas
en pesadas losas y se hace muy complicado mantener la velocidad que mi plan me demandaba
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Santo Domingo,recompensa ,llegada y fin |
Los
últimos km se me hacen larguísimos, no corro
fluido y cada zancada es lanzada con mucho esfuerzo, sufro como un
bellaco hasta alcanzar la ciudad calceatense y a cuentagotas voy perdiendo
posiciones, a falta de un km siento que un numeroso grupo me está alcanzando y
el orgullo no me permite ser rebasado por tan amplio número de corredores, en
cuanto el cabecilla del grupo me supera
me pongo detrás de él y con gran sufrimiento comenzamos a adelantar
corredores que hacía un rato me habían adelantado, me vine arriba y aceleré, ya solo el cabecilla
podía seguirme, se disponía a lanzarme
el esprint final y viendo que estaba mucho más fuerte que yo decido dejarlo
para otro día, me conformo con que nadie me adelante y así entro en meta con
más sufrimiento que gloria, obteniendo
el mismo tiempo que hacía un año, pero con unas condiciones más duras.
Al final
la clasificación nº 60 me dió una alegría ya que con el mismo tiempo había
ganado cuarenta posiciones respecto al año pasado, ya vendrán carreras que me
dejen buen sabor de boca en la llegada.